sábado, 2 de junio de 2018

El ministro de la muerte

Como estamos en tiempos de deporte pues no se puede decir "Bolivia dijo NO" ni tampoco salir a las calles, porque a un estudiante lo mataron, claro en el deporte solamente valen las medallas de oro, plata y lata, y el deporte nada, nadita de nada, tiene que ver con política, los deportistas nada tienen que ver con la sociedad en la que viven, no tienen ninguna responsabilidad moral o ética sobre lo que está pasando en el país que viven, por eso calladitos nomás y a aplaudir a nuestros luchadores que ganan o pierden, pero igual veámos por donde lo hagamos sigue vigente "Morir antes que esclavos vivir".

Claro que nadie entiende lo que esribo, porque nadie quiere asumir responsabilidades ajenas, dicen unos, pero desde el momento en que nos llamamos bolivianos y tenemos dos ojos, dos orejas, una boca y un cerebro no podemos hacernos a los boludos y creer que la política es de los políticos y gobernar es de los partidos políticos y este país es del presidente.

No, las cosas son diferentes, este país es de todos y también de Johnatan, claro que Johnatan ahora está debajo de la tierra y el Ministro se lava las manos diciendo que lo informaron mal, que se rompió la cadena de mando y que el subteniente salió solito a reprimir a los estudiantes y solito disparó…

Y el mismo cuento en Chaparinna, el mismo cuento con Illanes y así de fácil tienen respuestas que definen lo que puede vivir y lo que no puede vivir, pero en esta vida no hay nada más personal que la vida y no hay ley humana que pueda decidir sobre ella.

Claro que el ministro de la muerta, desconoce de todas estas cosas, desconoce lo que es la moral, desconoce lo que es la ética y sigue ahí en su rol del man... del man con los ojos perdidos, con los valores perdidos, con el poder perdido, porque a esa persona ya nadie le puede creer  nada.

Y si su presidente tuviera dos canicas, no solo para las Zapatas, pues tendría que sacarlo de su gabinete, pero como no lo hace demuestra nuevamente que ese presidente no sabe nada de lo que un buen gobernador hace. Que nuestra política es corrupta lo sabemos, que nuestra policía es corrupta también, que en el ejercito pasan cosas similares también, por eso seguimos por el camino que siempre existió, claro que como ahora tenemos telereféricos pues creemo que somos del primer mundo y hemos dejado atrás los métodos de explotación de la colonia.

Si un policía puede hacer lo que mierdas quiera en la policia y nadie se da cuenta, pues cómo será entonces con todos esos policías que día a día presentan kilos de kilos de cocaína... una imagen poco alentadora dentro de un sistema podrido.

El ministro de la muerte sigue ahí, seguro que uso la gotita, no sólo para quedarse sobre su silla, sino también para colarse las canicas y no ver nada, ni siquiera que el mismo de hundió con todas sus mentiras.

Johnatan, naciste en democracia, eso te dijeron pero en realidad no hay diferencia con todos aquellos que nacieron en los 60 o 70 del siglo pasado...