domingo, 9 de diciembre de 2018

Proceso de cambio

Ya volvimos a la dictadura y para eso no salieron las tanquetas ni los soldados, simplemente firmaron un papel sin valor y todo pasó a ser normal, normal en la vida de un país corrupto, gobernado por corruptos. Y de eso trata la democracia boliviana, la democracia de estos tiempos, donde todos esos valores humanos, que supuestamente fueron defendidos en tantas revoluciones mundidales hace mucho tiempo, no valen ni un pedo.

Y si nos ponemos a pensar que esa palabra ya tiene más de 2000 años, vemos que algo pasó en la historia humana, porque desde su definición hasta ahora seuimos en las mismas, seguimos en la misma mierda, claro con la posibilidad de hacer las cosas virales, virales en un mundo abstracto llamado internet, que nada tiene que ver con la realidad, esa realidad que cada día mata, mata a bala pura, o con las manos.

Y si detrás de todo esto están las constituciones, las leyes, pues claro que nunca hemos de vivir el proceso de cambio, porque seguimos en la misma obra de arte, llamada "Cómo poder quedarme en el poder hasta siempre", así sin comas ni puntos.

Les regalamos el poder en bandeja de plata y ahora son los padres de la Patria, son los que deciden, son los que crean su realidad a costa de la nuestra, pero la libertad no es del estado, la libertad es personal y es por esa libertad por la que hay que decir que lo que pasa ahora en Boliva es una simple dictadura, que no se diferencia en nada a la de los narco-militares del siglo pasado.

Las cosas cambian, ya llega la navidad, dicen que el cielo es para los justos, vamos bucando plata para los regalos, para las comidas y los tragos, y mientras tanto la democracia muere, muere porque somos malos demócratas, malos cristianos. Pero como hay las hostias, pues a joder, vamos a la parranda, que las dictaduras no son nada, ya que ... Yo no me meto en la política.

Pero esa política nos mata, nos vende, nos traiciona, nos vuelve esclavos, nos convierte en víctimas, asi que cuando las palabras perdieron su sentido, su valor, de nada sirve llorar por una democracia muerta, porque su muerte fue aceptada por todos, justo en ese momento en que fuimos a votar...