domingo, 25 de junio de 2017

Paro cardiaco

Por suerte los corazones no saben de política, ni de socialismo, ni de imperialismo, ni de religiones y demás pamplinas, claro que a veces se enamoran y se amargan, pero nunca usan los paros como chantaje, como fuerza política para llegar al poder, porque ellos saben que solamente tienen que latir, hasta que algún rato ya no puedan, y si nadie les mete una bala, pues laten por mucho tiempo.

Y suele suceder que por la forma de vivir de sus dueños algún rato se paren y si sus dueños tienen un buen seguro, plata, amigos médicos, pues reciben un stent y siguen en carrera, pero  cuando no hay nada de eso, pues dejan de latir y punto.

Y dicen que para mejorar el sistema ahora solamente han de tener los hospitales del gobierno a doctores que no hagan paro... pero si esos hospitales no tienen casi nada, entonces de qué les sirven tener doctores... si los doctores no son magos, ni tampoco curanderos y  seguramente que ellos también necesitan plata para poder vivir y si nadie les paga, pues que salgan a la calle, porque por los muertos ya nadie llora, ya que los muertos han dejado de ser ese misterio que asombraba a nuestros antepasados, porque los muertos dejaron de ser la base para que ardan las velas en las iglesias, porque los milagros ya se acabaron.

Y los milagros se acabaron,  porque en el socialismo no hay milagros, en el socialismo no hay dios, en el socialismo solamente gobierna el dinero del pueblo, repartido entre pocos que pueden ir y venir cuando sus saludes están en aprietos. Los imperialistas hacen lo mismo y ahí vamos por el mismo camino, regalando plata, para que otros vivan bien y otros hagan paros y más paros y más paros y después metan balas, gases y nadie sepa el por qué...

Con tanto hecho salvaje, un milagro que a los corazones no les den cada día un paro, pero como aprendimos a ser indiferentes pues ya nada llega a esos corazones que en un tiempo atrás podían hacer cambiar la historia... pero como según el socialismo todos somos iguales, entonces para qué buscar la libertad, si por definición ya lo somos y así volvemos a los paros y más paros, en vez de ir a usar todas esa canchitas de fútbol y patear nuestra ira hasta quedar tranquilos.

Los uniformados reparten bala, reparten violencia, reparten muerte y a nadie conmueve, a nadie importa ver que en sudamérica algo anda mal, muy mal, y sería hora de que nos preguntemos quienes son los que verdaderamente gobiernan este continente, pero como pensar es peligroso, entonces mejor seguir creyendo que los imperialistas son los culpables y que los dioses no son necesarios, porque ellos (los socialistas) cambiaron el sistema, lo mejoraron de tal forma que todo es como en ese entonces, cuando Eva le mostró la manzana a Adán y este por huevón en vez de quedarse con Eva prefirió a una manzana verde...

Y es así como nacieron los paros, los paros de todo tipo y para todo corazón.

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