domingo, 9 de mayo de 2021

Mi delito fue ser indígena…

Joder el lagrimón de siglo, salió de la boca de una persona tan indígena como yo, pero bueno cuando se trata de ser populista todo vale, porque la meta es llegar a la mamadera y llenarse los bolsillos en nombre del Pueblo. Y lo peor de todo es de que el auto proclamado indígena no puede hablar ningún idioma de tal forma que el pueblo lo entienda.

Pero si fuera como habla… pues la vida sería otra porque dice que fue y de paso un delito… por eso la pregunta del millón y ahora qué es y qué paso con el delito? Pero claro el pensar ya dejó de ser de moda, por eso aceptamos tanta basura que dice que puede gobernar y así vamos de una pandemia a la otra, esperando que alguien no descubra la vacuna contra la ignorancia, esa enfermedad que todos padecemos, porque es más seguro y cómodo hacerse a los pendejos y aceptar a todos esos delincuentes ya sean estos indígenas o no, que suben al poder y no dejan de mamar.

Su delito fue ser un mal presidente, un mal intelectual, un mal boliviano, un mal sofista, su delito fue haber hecho el fraude más pelotudo de la historia, fue no haber entendido el 21F, fue haberse creído algo más valioso que la constitución de un pueblo, sin importar si éste sea indígena o no.

Al habernos mamado a una mayoría o ninguna mayoría, demostró ser un criminal que sigue y sigue, porque sabe que el aparato lo cuida, lo protege, le da la pitita para que ande jodiendo por donde pueda, sin importar que su hora se ha pasado, que si bien ahora siguen sus hijos postizos como gobernantes, pues él ya perdió el partido. Y eso le duele que ahora no sea ni presidente, ni indígena, ni nada de nada.

Y sigue lloriqueando, hablando pendejadas y más pendejadas y los medios le dan su tiempo, le dan la posibilidad de seguir repartiendo su veneno, que lo queramos o no, viene de la ignorancia, del racismo, de esa forma patriarcal de creer de por tener dos huevos puede hacer lo que quiera, porque como solía decir, si las compañeras le hubieran pedido, él se les hubiera subido… así como un caballo se sube o un burro.

El delito de ser un mal presidente es de por vida, significa haber negado a las futuras generaciones el verdadero cambio, lejos de todos esos discursos políticos inhumanos que usan palabras que ya no tienen sentido y que ya no tienen valor.

La vida ha cambiado, ya no vivimos delante de las cavernas gritando “uguuu uguuuu” a todo lo que vemos, pero de alguna forma nos quedamos ese entonces, dejando que pillos nos roben el futuro, porque la democracia no es de ellos, la libertad tampoco, ni la justicia, ni el sol o el aire.

Pero como no aprendemos aceptamos que vengan los salvadores del mundo, con la biblia en la mano, para decir que ellos erradicarán al diablo de estas tierras y como dijo esa viejita... si de arrecho te acuestas con el diablo no esperes que tus hijos sean angelitos… y ahí va el nuevo gobernador Camacho, por ejemplo, en juntucha con el criminal medio indígena... gobernando algo que jamás debieron gobernar.

Ser indígena, ser blanco, ser negro, ser mestizo no es un delito, el delito es ser pelotas para seguir creyendo a esa “basura intelectual” con la que nos meten los dedos no solamente a la boca y el otro delito es haber podido ser el mejor presidente pero no haberlo logrado simplemente porque bailar, jugar al fútbol y corretear a las menores de edad tuvieron más prioridad que ser un buen presidente.



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