Mucha sangre, mucha patada, mucho dolor, mucho gas, mucha bala pasó desde que nos hicieron creer que en estas tierras vendría el cambio hacia el bien, claro que para los adoctrinados reacios del gobierno, todo cambio tiene que tener sus muertillos, o sus pateados, encarcelados o ejecutados y lo bueno del caso es de que mientras ninguno del gobierno vaya a mancharse las manos con sangre ajena, pues todo conflicto es un conflicto que nada tiene que ver con el gobierno. Es decir que los conflictos sociales, políticos, o económicos son conflictos particulares, donde ni la policía debe meterse y si se mete, pues fue simplemente por joder y solamente ellos… tienen la culpa.
La definición de “ellos” es tan nebulosa, como la definición de “Democracia” , de “Paz social”, de “Justicia”, de “Seguridad” y bueno como todo conflicto es privado y apoyado por los infiltrados, entonces nuestros gobernantes pueden seguir con sus tareas diarias de casarse en la Puerta del Sol, o donar una canchita de fútbol, o leer discursos donde explican que la violencia en Bolivia es el resultado de consumir comida enlatada y no quinua real cruda… Y así van ocultándose, van creando realidades abstractas donde nada es vinculante, ni siquiera las muertes por dinamita…
Y lo más desagradable del caso no es la muerte, sino el ruido que hace la dinamita…
Cuando en esos meses negros en tiempos lejanos y otros gobiernos, había violencia, la cosa estaba clara porque por un lado estaban los capitalistas y por el otro los pobres que buscaban la justicia, el gobierno del pueblo para el pueblo y así se crearon culpables y víctimas, se pidieron extradiciones… se juzgaron a las personas, se dieron sentencias, pero nadie pensó que la historia se repetiría de una forma similar y el número de muertos algún rato se igualaría, pero ahora como resultado de conflictos privados… donde nadie es culpable de nada, donde al no haber culpables no hay víctimas, ni sentencias, ni justicia que tenga que trabajar ni investigar. Y si alguien reclama por todo lo que ha pasado hasta ahora, no puede demostrar nada, porque conflictos privados no dejan huellas, ni testigos, ni nada, a pesar de que millones viven eso, estén presentes y sean parte de la sociedad, donde todos esos crímenes se dan.
A enfrentarse bolivianos y que el más fuerte gane, pero no olviden que al enfrentarse privadamente no hemos de ganar nada, porque hasta los muertos privados no tienen ningún valor y no sea que después ellos tenga la culpa, la culpa de conflicto sociales, políticos, económicos o de intereses regionales. Claro que todas estas cosas nada tienen que ver con la política de un gobierno, un gobierno democrático nada tiene que ver con la sociedad, o con la economía o con la política de sus bases… Quién sería el loco que haya pensado algo así…
Un gobierno está ahí para lavarse las manos, para explicar que todo lo malo es fruto del trabajo del diablo, de ese diablo capitalista con los cuernos rojos y el perfume a azufre, mientras que el diablo comunista es el bueno, es ese que entiende la naturaleza del pollo, de la coca, de los orígenes de estas tierras y trata en su tarea ardua de traer orden, paz y progreso, no como ese dictador de los 70, no vaya casualidad, no y necio el que crea ver mundos paralelos, él diablo comunista traerá todo eso de otra forma…. Y bueno hasta ese entonces lo muertos seguirán sumándose, los enfrentamientos seguirán a la orden del día.
Y el pueblo seguirá siendo parte de un drama absurdo, inhumano, donde claramente se da cuenta (el pueblo) que lo que pasa no es el fruto de algún diablo o ángel malo, porque lo que ahora pasa en nuestra sociedad es simplemente obra humana, es obra de esos que aprendieron a lavarse las manos… pero se olvidaron que para lavarse las manos hay que usar agua y no la sangre de su pueblo.
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