domingo, 21 de abril de 2013

La violencia

Lástima que siga existiendo gente que cree en la violencia, pero como la violencia es parte de nuestra vida cotidiana, como la violencia es metida dentro de nuestra vida cotidiana, pues nada raro que la gente crea que la violencia tiene algún sentido, otra cosa es cuando la usamos para defendernos... pero después, ¿para qué sirve la violencia? ¿Para crear una sociedad más justa, humana, cristiana, musulmuna, comunista, derechista, o lo que mierdas sea? Pero como en la tele la vemos día a día, en los periódicos la leemos día a día, no tenemos otra alternativa que entender que la violencia se justifica, que la violencia usada contra los malos siempre es buena, mientras que la violencia de los malos es siempre mala, entonces con esa lógica manoseada, nos falta la base para poder vivir sin la violencia, que no solamente se da cuando uno saca la metraca y se limpia a una docena de indefensos... Porque la violencia nace en la palabra, en el pensamiento que luego se convierte en acto.

Por eso hablan de los infiltrados, de los vende patrias, de los traidores, de los terroristas, de... ¿pero y donde quedan los violadores familiares, los maridos que a su mujeres las acuchillan hasta que quedan coladeras o esas mujeres que a sus maridos les rompen hasta el último hueso... o esos niños que es sus colegios son día a día maltratados, o los sicarios que salen a al calle y hacen lo que mejor pueden? ¿Por eso donde nace la violencia? ¿Dónde nace nuestra violencia?

Estaban corriendo, llegaron a la meta y los esperó una bomba que mató a algunos, estaban en la U en La Paz, defendiedo para que los fachos no vuelvan y un Mustang los saludos al atardecer, estaban por ahí y la violencia los trajo de nuevo a la realidad, a esa realidad donde ya nada es seguro, porque el sistema a fracasado.

Más policías, no siempre significa más seguridad, claro que si los policías no son parte de la mafia, entonces puede nacer una cierta seguridad y simplemente con su presencia, si usar armas, sin usar plomo para hacer cumplir ciertas reglas básicas, dentro de un sistema que quiera llamarse democrático. Pero cuando ese sistema es pobre, cuando ese sistema está batallando para no hundirse, cuando los componentes del sistema no están dispuestos a aceptar ciertas reglas, como las señales de un semáforo, por ejemplo... entonces la violencia sigue ahí donde uno cada día la ve, la oye, la siente, la huele.

La violencia nos muestra un camino, la violencia nos muestra la otra cara de la medalla, la violencia nos dice que es mejor dar la otra mejilla a llegar a mayores, la violencia nos habla claramente un idioma que lo entendemos, sin importar en que lugar de este planeta vivamos... La violencia es un idioma universal que no necesita de traductores y en todas partes se la usa, para llegar a metas, para obtener resultados, para satisfacer necesidades personales... ¿o acaso no es violencia cuando un presidente suma millones y parte de su pueblo vive en la miseria?

En la torre de Babel siempre hubo un denomindar común, que se convirtió tan común que ahora está siempre presente, día a día y nosotros ahí como siempre en el rebaño, aprendiendo a ser como siempre nos enseñaron a que seamos...

La violencia no nos lleva a ningún lado y en vez de aprender tanta porquería en los colegios y universidades, deberían enseñarnos lo básico para poder ser... seres humanos... ¿pero a quién le convendría que lo fuéramos?

A nadie.

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