miércoles, 1 de mayo de 2013

Un día más

Al esclavo moderno,bautizado trabajador, le regalaron una fecha en el calendario, para que tenga libre y con los pocos pesos que le sobran o los muchos que no tiene se vaya de parranda, porque las parrandas nos quitan las penas. Claro, de alguna forma hay que anestesiar la vida y unos alcoholatos no fueron nunca una mala medicina, claro sin olvidar a la coca y a los "mineros" en Potosí, cuando los nobles nos esclavizaron y dicen que ese es otro tema, pero no lo es, porque con ese ejemplo claro vemos la forma como funciona el sistema en cualquier parte de este mundo. Opresión, represión, control y algunos caramelos y de vez en cuando un poquito de justicia y la utopía de una democracia que funciona.

Y así los esclavos modernos nos dejamos poner esas cadenas virtuales, que ya no son de metal, ya no es necesario el chicote o el palo para que vayamos cada día al trabajo, porque ahora en el mundo moderno el que no tiene esos papelitos multicolores, llamados billetes, o los metales redondos llamados monedas, no puede vivir. Y en general el que nació pobre muere encadenado a la pobreza y esas historias de que el que pone todo de si en el trabajo surge, es un mito solamente necesitamos ver a nuestros mineros, que siguen prácticamente en las condiciones de la colonia, y realmente ellos surgen a la luz del día después de la jornada, pero no a una nueva vida mejor.

Y qué de los lustrabotas o las señoras que barren nuestras calles,o de los que pisan coca... o las sirvientas o mejor dicho empleadas domésticas, cama adentro o afuera ya da lo mismo... y así podría dar muchos más ejemplos de casos que demuestran, que trabajadores somos todos porque hacemos un trabajo, que por definición es rendimiento por tiempo, pero en realidad no somos más que esclavos, esclavos bien o mal educados, pero todos con la convicción de que así es la vida y seguramente que Dios la puede cambiar, pero como somos pecadores pues no nos queda otra que vivir como lo hacemos.

Claro que en ese plan celestial aparecen siempre los redentores políticos, esos que se ganan todo con unas cuantas cruces, asi como en la lotería y ellos nos hacen creer que pueden cambiar lo que Dios ya definió, pero no lo pueden porque la esclavitud no es divina, sino es simplemente una construcción humana, para sacar más provecho a toda situación donde seamos dependientes de alquién que nos dé algo para hacer y así cambiemos nuestra fuerza física, nuestros conocimientos, nuestro intelecto, nuestras cualidades físicas, nuestro dones, por unos cuantos papelitos y metales, y algunos títulos y recibos que pasado el tiempo nos darán la renta, la renta dignidad que no cubre ni el costo de un ataúd llegado el caso, después de haber trabajado y contribuido a o para bolsillos ajenos tantos año...

En el día del trabajador recordemos que nuestro presidente tiene una fortuna de millones... mientras que un minero tiene que mascar coca todo el día y seguramente no podrá mandar a sus hijos con viáticos pagados por las arcas nacionales a representarlo en ninguna parte de este mundo. Un presidente democrático no es más que un trabajador, pero el nuestro no es más que un individuo con muchos privilegios, que juega fútbol, rodillea a sus contrincantes, viaja por el mundo, vive bien y hace pisotear la cosntitución para poderse quedar cuatro años más en el poder... y volviendo al ejemplo del minero el no manosea la constitución y tiene que quedarse ahí donde está saludando al tío cada vez que baja al socavón.

Un día más que quzás pudo haber tenido un significado, pero solamente es un feriado más.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario