Nos estamos rallando

Yo sabía que el castellano es muy jodido, por eso confundimos la LL con la Y o la Z con la S y así la Zapata es historia, al igual que el NO, porque la confusión  es tal que ahora resulta que no podemos diferenciar  lo legal de lo ilegal, la democracia de la dictadura, la constitución del estado de un simple papel higiénico, pero a nadie molesta y por eso nos rallamos hasta el tuétano sin que nadie se dé cuenta de nada, porque al final de cuenta yo no sabía nada y recién me entero por la tele, que el rallarse es una cosa, el rayarse otra y el rascarse otra… muy diferente.
 

Por eso resulta ahora que la instrucción es muy importante para poder ser buenos ciudadanos, porque así aprendemos en los colegios el sentido de las consonantes y vocales, que unidas podrían hacer palabras al azar… como justicia, o libertad, o hermandad, o democracia, o desarrollo, o equidad, o moral, o reglas, claro que luego a estas palabras habría que darles un sentido, y ahí caemos al hueco, porque al darles un sentido estaríamos  dándonos una sentencia a corto y largo plazo.


Claro que las palabras no se acuerdan de su sentido, tampoco ellas saben cómo se escriben o pronuncian, por eso nos andamos rallando todo el tiempo, pasando de un octubre negro a otro, creando esa idea de que los meses siempre tienen que ser negros, pero los meses y en realidad la vida nada tienen que ver con ortografía, pero la ortografía hace en muchos casos la diferencia de las cosas que entendemos luego y ese es el problema, porque la ortografía crea una semántica y puede cambiar el sentido. Y en la vida pública, en la política… la ortografía, la gramática es dictada por ese que puede hacerlo y si el pueblo lo pide, y como pueblo defino a mis amigos de barrio, a mis amigos de equipo, a mis amigos del partido, pues tampoco crea ningún problema y así vamos tramando la nueva pesadilla y como no hay pesadiya entonces sabemos bien a lo que me refiero.


Durante el colegio conocí algunas personas que decían por ejemplo sajta de poyo, y bueno poyo es pollo, es decir es la culpa de que tengamos homosexuales, normal … claro que sobre un papel el poyo no hace nada, porque simplemente es tinta seca, pero luego cuando se convierte en el mensaje político, la cosa cambia, las dimensiones son otras, las intenciones también. Es por eso que los políticos hablan tantas cosas, dicen una estupidez detrás de otra y lo interesante es de que en nuestra política no hay árbitros bomberos con sus tarjetas rojas, pero a veces estos tampoco son ayuda, porque cuando con la rodiya rodiyamos los huevos del que nos pateó la caniya, y el árbitro se hace al opa, pues la jodimos, porque así nos muestran que no solamente los árbitros se hacen a los ciegos, “sinos” también los policías, militares, jueces, abogados y demás colegas y por eso vale una mierda si fue la rodilla o rodiya la que me rompió la critalería.


Y cuando en un estado todos padecen de ceguera crónica, bueno ya no hay estado que se diga, porque volvemos al tiempo de la mita y encomienda, donde la tierra, animales y gente que vivía sobre ella, pertenecían al capo, al conquistador, al oligarca, a ese que según la historia, justo ahora, estamos tratando de descolonizar, es decir estamos tratando de que se vaya de estas tierras y se lleve todo lo malo que nos dejó de herencia.


Pero por suerte volvemos a la realidad con cosas como… que nos estamos rallando y sí tiene mucha razón el que lo dijo, como sociedad nos estamos rallando poco a poco, pero consecuentemente…