A casi todos los presidentes les regalaron el puesto, otros pocos se lo robaron, pero a ninguno de esos llamados demócratas, le dieron ese puesto por sus méritos. La política llamada democracia salió todo un bazar turco donde la mejor oferta gana o la bala más rápida y así vamos llenando los libros de historia con nombres de mujeres y hombres ilustres que no valen ni un pedo, mientras que las listas de los muertos, de sus muertos… son interminables. Claro son interminables, porque el pueblo se reproduce más rápido que un virus. Y así los muertos pasan a ser estadística por la que un gobierno es criminal y el otro evolucionario.
Los capitalistas matando al pueblo, los socialistas matando al pueblo y cualquier otro grupo matando al pueblo y lo extraño del caso es de que al que matan es siempre al pueblo, a ese pueblo que es la base de cualquier gobierno. Pero algún rato reprimir, hacer callar, patear, gasificar, acosar ya no es ni método ni solución y esos presidentes caen y claro que tienen que caer, porque lo podrido siempre cae, esa es la ley de la gravedad, de la naturaleza, lo que también implica que el pueblo no hace nada, o mejor dicho hace algo cuando las papas ya están quemadas.
Los medios sociales muestran videos de las cosas que pasan en el mundo, muestran la violencia de todo tipo, pero nadie reacciona, nadie dice nada, y con nadie me refiero a todos esos políticos corruptos, a esas organizaciones vendidas, al Papa, y a todas las instituciones que están ahí pero no hacen nada, y bueno no lo hacen porque, según me dijeron, no tienen acceso a ninguna red social y viven en ese mundo abstracto, en ese mundo inexistente del cual nos gobiernan y protegen y hasta nos libran de nuestros pecados.
El problema no son los socialistas, el problema no son los capitalistas, o esos que no entendieron lo que es la religión, o aquellos que no entendieron lo que es el género humano, el problema es el sistema que sigue creando y creando adobes, nada más que adobes que algún rato son bautizados y largados a la vida eterna. No necesitamos ni presidentes, ni líderes, ni ministros, ni generales. No necesitamos a esta casta que nos gobierna, pero esas son las reglas de ese juego mal interpretado que llamamos democracia. Por esa democracia matan a gente en Venezuela, en Bolivia, en Honduras, Guatemala, México y así podría seguir… pero de qué sirve hacerlo si el significado de muchas palabras ya no existen… pasaron a ser parte de la demagogia, de la mentira.
Por eso nos dicen que hay que debatir… pero ahí están los corruptos debatiendo sobre la libertad… sobre justicia… sobre respeto… joder y nosotros al otro lado de la tele emocionados porque los opositores… porque los oficialistas…. ¿ellos qué? ¿Qué mierdas hacen para que nuestras vidas sean mejores? Nada, pero al final ellos son los héroes y con sus nombres se bautizan calles, colegios, universidades, museos, ellos los verdaderos hombres que hicieron algo por sus países…
Presidentes… la están kgando y eso que les regalaron todo y si fueran ustedes un poquito inteligentes, no sería necesario matar a su propia gente, porque ya los romanos dijeron “pan y circo para el pueblo”, y lástima que ni eso puedan entender. Dicen que el poder los vuelve ciegos… pero la verdad es que ciegos e ignorantes llegaron al poder y ese es el peligro más grande para cualquier sociedad, ya que los pueblos siguen durmiendo.
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