Primero las
mentiras…, que si pierden se van, luego el empate técnico, luego que es su
derecho humano ser dictador y ahora el fraude y como eso no es todo, ahora viene
con cercar a su pueblo, porque así evita el golpe de estado… pero él ya hizo el
golpe de estado cuando hizo violar la constitución, cuando se limpió el culo
con el resultado del 21F. Y así siguen ellos con la sangre del pueblo en sus
manos, sin ser diferentes a todos los dictadores del pasado.
Pero qué
nos interesa el pasado, el presente huele mal, huele a fraude, huele a mafia,
huele al capricho de quedarse en el poder, no por los intereses del pueblo,
sino simplemente por los propios intereses que nada tienen que ver con la
Patria.
El
presidente y sus compinches son empleados del estado, el pueblo es el estado y
si el pueblo no los quiere, pues tiene el derecho a decir NO, a quitarles el
cargo y que no vengan con golpes de estado financiados desde el otro mundo,
esos cuentos ya son tan viejos que no tienen sentido ni valor.
Por eso
vienen con dinamita, palos, piedras y así se arma lo que toda política debería
evitar, pero como el dividir es la consigna, ya que sin ella no pueden
gobernar, entonces nos vamos dando en la madre sin razón alguna, claro protegidos
por la ley que dice… ustedes son los buenos y deben, y ustedes son los malos y
pueden, pero… Y esos peros son las sombras en nuestra historia, en una historia,
dice que con 30 años de experiencia, en lo que significa democracia; una
experiencia derrumbada en trece años, donde se trató y trata de llegar al
modelo chino, donde sólo hay un partido y este partido gana cada elección con
110 %, simplemente para evitar el empate técnico.
Los
dictadores solamente se diferencian en sus nombres, porque todo lo demás es
conocido, sin represión no pasa nada, sin miedo tampoco, sin mentiras y fraudes
menos, sin corrupción peor la cosa, y los pueblos se acomodan, se acomodan a vivir
lo mejor que se pueda, sin que nadie se dé cuenta que también respiramos, y eso
es aprovechado para que ellos hagan lo que quieran y punto.
Claro que
la historia de otros países y sus dictadores debería valernos un pedo, porque
nuestro problema actual es grave. Y hacernos a los locos ya no es saludable, sabiendo
que tenemos al presidente que tenemos. También sabemos que él no debería haber
llegado tan lejos, es decir a violar a la constitución y a negar el 21F, porque
según él vivimos en democracia y si así fuera… pues él debería tener tanta valentía
para dejar su puesto, sin importar si el pueblo lo obliga a seguir colado a la
silla presidencial o no, lo cual lo dudo.
Somos lo
que somos, somos lo que pensamos y hacemos, eso en la teoría porque en la
práctica dejamos a otros ser, pensar, actuar. Y esos otros llaman a la
corrupción, llaman a la violencia y según ellos los otros no deben defenderse,
es decir que “esto no vamos a dejar que pase, por eso mire si su hijo o hija de
18 muere, no de amor, sino con una bala en la frente” pues joder fue culpa de
los padres…
Cuando los
corruptos, los asesinos, los maleantes hablan la tierra vomita, mientras que nosotros los escuchamos y
quedamos indiferentes, quedamos aterrados, quedamos a su disposición.
La
democracia no es de Morales ni de Linera, es del Pueblo y ese pueblo tiene que
entenderlo.