Y como siempre los más débiles son los que viven la ira de los dioses, ya que los otros andan con la amnesia, ocultos en sus altas paredes llamadas indiferencia, cobardía civil y así van pasando los años y los nuevos pecadores van naciendo, van siendo bautizados con nombres como discapacitados, o infiltrados, o derechistas, capitalistas, marxistas y es que los dioses ahora buscan las argumentaciones políticas para que las pateaduras tengan algún sentido, para que las pateaduras pasen a la historia como una forma para que los humanos vuelvan a encontrar el camino correcto y si los pateados son cojos, ciegos, mudos, en silla de ruedas pues que se jodan, porque para la próxima vida que se esfuercen para nacer normales...
Es decir que como dijo Darwin solamente los más fuertes deben sobrevivir y así aparecen los campos de concentraciones hitlerianos, o rusos, o bolivianos, ya que la vida es dura, la vida no es el paraiso terrenal, la vida es como es y los dioses lo son como son y ellos no necesitan ser justos o injustos porque son los dioses... ¿pero qué pasa cuando estos dioses tienen las patas de barro y sus estrellas en los hombros no pasan de una y su valor humano o ético no existe? ¿Podrán seguir existiendo estos mini-dioses que son protejidos por otros dioses más poderosos? Los Dioses crean las realidades, las realidades personales o comunes y en estas realidades las definiciones son abstractas, no tienen lógica...
En un país sumergido en la corrupción, en la droga, donde nadie sabe quién lo gobierna, nuestra policía se ocupa de patear a gente que no quiere o puede defenderse, a gente que deberían cuidar, respetar, en vez de combatir al verdadero mal, ¿pero cómo darse cuenta del verdadero mal, si el verdadero mal es aquel que les dá las órdenes? ¿Es aquel que les da el pan, las creencias, las razones, las leyes, las convicciones?
¿Podremos revelarnos contra Cristo, cuando nos llamamos cristianos? ¿Podremos revelarnos en la democracia cuando nos llamamos demócratas? ¿O será mejor dejarnos pataer para así entrar directamente al cielo? ¿Pero qué pasa si el cielo prometido no existe? ¿Qué pasa si nuestros dioses actuales no tienen cielo que ofrecer? ¿Qué pasa si nuestros dioses actuales en realidad no lo son?
El otro día despedimos al pepino, hasta fue enterrado... mientras que en la vida real no queremos darnos cuenta de lo que realmente es el mal. La televisión muestra las imágines de gente humilldad, pateada, violada en sus derechos, en su dignidad, pero como son simplemente imágenes no pasa nada, nadie se mueve ni nada, los dioses nos convirtieron en estatuas, sin valores, ni ética, moral o algún pensamiento “alto”, divino... ¿Y cómo cambiar una sociedad podrida si no tenemos ningún valor nuevo, si seguimos anclados en nuestros miedos, en nuestrso temores, en nuestros errores?
Los dioses se escaparon, al ver a los nuevos falsos dioses predicando la nueva libertad, la nueva justicia humana, lejos de los males del capital... así como si el capital fuera el problema, sin decir que el verdadero problema son los dioses, sus creyentes, la ignorancia, la falsedad de todo este sistema podrido, corrupto, moribundo.
Los discapacitados al compás de las nuevas coplas, conocieron la semántica de los nuevos versos y si una sociedad acepta tales cosas vamos de picada al infierno.