Más canchas, más discursos, más regalos, más paros, más pateaduras, más enredos, más juicios, más corruptos, más no-libre pensantes, más de todo y sí el cambio cumple, las cosas se asientan, se vuelven normales, cotidianas y la gente aprende, es educada, habla como se espera que hable y comporte y así vamos haciendo que una realidad abstracta virtual, tome las riendas de la realidad real...
La gente es acondicionada, se les dá lo que esperan para que muevan la cola y lo importante es esa dependencia, como los perros y la campanita y la saliva y la comida, crear espectativas, modelos mentales que luego son "pagados" con un trozo de hueso o un pedazo de carne y al que no reacciona como esperado, pues no recibe nada. Es así que ahora hay gente,mucha gente, que jura vivir en el cambio, como en ese entonces esa gente que juraba que las dictaduras eran la solución de nuestros problemas y tanto la gente de antaño como la de la actualidad tienen algo en común y es el acondicionamiento que los hacer reaccionar como reaccionan, pensar como piensan y expresarse como lo hacen.
Eso no sería nada trágico, pero lo malo es de que esa gente va y "hereda" lo aprendido a las generaciones que vienen y así vamos construyendo un sistema inhumano, más aún de lo que ahora lo es. Pero como no hay entendimiento, se crean frentes, frentes que pierden la visión de lo común y el que no está de mi lado es mi enemigo y así nos vemos como enemigos y no podemos entender que ambos vamos rumbo al matadero, porque la realidad que se hunde, no es esa la abstracta, la virtual, sino esa en la que vivimos diariamente.
Los cambios no se han de dar, porque el que mande cumpla o no, porque el que manda en la mayoría de los casos simplemente sirvió para un fin determinado, ya sea este el llenarse los bolsillos y llenar el de sus parientes, amigos y compadres, y ese es el verdadero cambio que puede ser visto, medido, controlado, cuando la fortuna ya no puede ser disfrazada de amor a la patria, o derechos humanos de los origiarios, oprimidos y explotados por los malos capitalistas... porque todos los oprimidos no son imbéciles, ellos se dan cuenta la diferencia entre los cuentos pre-electorales, post-electorales y la realidad, donde ellos siguen siendo los mamados.
Claro que ahora los mamados pueden ir sin el testamento debajo del brazo a la miles de canchitas de fútbol y así jugar hasta que se olviden de las necesidades básicas, como poder comer bien, tener un techo, un trabajo, algo seguro que dar a los hijos y mientras más goles se mete, más lejana se convierte la realidad, porque realmente el gobernante cumple, y si en 100 años nadie se acuerde de su nombre ahí estarán las canchitas como prueba de que algo pasó por estos lados, algo de cambio y si en 100 años seguiremos con eso de ser uno de los países más pobres del planeta, pues espero que en ese entonces la gente no sea como la de ahora y entiendan que para crecer como nación necesitamos mucho más que enemigos virtuales, regalitos reparche y discursos de media hora...
El pueblo tiene que cumplir y hacer cumplir por lo que fueron a votar, pero si el pueblo se olvida de sus obligaciones, pues nada raro será que vayamos acumulando obras que quizás nadie necesite....
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