sábado, 15 de junio de 2013

Pelotas...!

Si serán pelotas... oía decir en ese entonces cuando no entendía el doble sentido en el lenguaje, cuando no conocía lo que era la doble moral, cuando todavía me podían contar cuentos con príncipes y princesas, cuando tadavía les creía, pero pasado el tiempo uno va aprendiendo las lecciones de la vida, que son muy crudas y directas y no necesitan ser interpretadas ni traducidas al lenguaje personal de cada uno...
Es por eso que pasado el tiempo realmente seguimos siendo los pelotas, que son usados para cualquier propósito y lo peor del caso por cualquiér otro pelotas... y eso se dá en todos los campos, en el religioso, en el político, en el económico, en el militar, en el social y la lista nunca acaba porque los pelotas nunca acaban.

Y ahí van once pelotas y no pueden meter goles y ahí van otros que no pueden hacer justicia, y otros que no pueden gobernar, otros que no pueden hacer economía ni de la plata ni de las palabras o pensamientos, pero siguen ahí dictando como debe ser la realidad, la realidad que nunca ha cambiado, porque el tener más edificios o puentes no logra ocultar todos los baches del camino, todos esos baches inmensos que en nuestra historia, hicieron de esta patria lo que actualmente es, pero eso a nadie importa, todos andan con la mirada y los pensamientos enfrascados en mentiras, en falsedades, en abstacciones que nada tienen que ver con la realidad, porque la realidad está ahí como cuando nos meten un gol y luego otro, y todo por pelotas.

El deporte, es el deporte, ahí la naturaleza del mismo dice o ganas, pierdes o empatas, más no hay y eso es todo...claro que como deportistas hay que aprender de las derrotas, hay que aceptar las derrotas, ¿pero y qué vale eso... también para un pueblo que de una derrota cae a la otra?

Ah pero olvidaba que estamos en la nueva Bolivia de nombre, pero con problemas crónicos de siempre, y como nos dejamos mamar con lo que sale de sus bocas, pues vamos mejorando, las cosas se ponen más caras, cada día hay paros, patadas, marchas, carajos, balines, ministros o ejecutivos corruptos y en fin nada nuevo, es decir seguimos con esos males que decían ser solamente de los capitalistas, capitalista es ese que tiene capital, ah... y como el presidente ya tiene unos cuantos millones, entonces es también capitalista, por eso debe ser que seguimos arrastrando tanta porquería, y no hay vuelta que dar.

Cuando se acaben las pelotas ya no podremos jugar... y tampoco podrán jugar con nosotros, así que por eso hay que ver que los pelotas y las pelotas no se acaben, hay que educarlos, hay que programarlos, hay que uniformarlos, hay que mostrarle dónde está el norte, apesar de que ya perdieron la brújula, pero como ya sabemos el capitán sabe oliendo por dónde es el camino...

En la vida cotidiana de nada sirve el fútbol, si son campeones o no, si meten miles de goles o no, si tenemos copas o no, porque lo cotidiano es lo que hace de nuestras vidas lo que son, o tienen un valor que nos haga vivir bien, o seguimos en la misma masa de problemas de todo tipo que no nos dejan surgir ni como personas, ni como deportistas, ni como profesionales...

Los únicos que surguen son los narcos, los mafias, los corruptos, los mañudos, los que se convirtieron en políticos y llegaron a conocer lo que significa el poder, ese poder que se convierte en fortunas, en fortunas a costa de un pueblo que ya debería estar harto de tanta mierda empaquetada como el cambio, el verdadero cambio que no nos lleva a ningún lado...

Pero para eso están los pelotas... ¿o no?

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