domingo, 29 de diciembre de 2013

Contando los regalos


Bueno ya pasó la noche del Papa Noel y ahora la gente cuenta lo que regaló y lo que le regalaron y si la cuenta anda mal pues empieza la bronca, porque eso de dar y no recibir no aprendimos muy bien ¿no? Porque si fuera así los millonarios tendrían que acabar un poquito esa miseria diaria de una mayoría que no tiene culpa alguna, pero para esos niños no hay más que migajas ya que nacieron en la cuna equivocada, en esa cuna cubierta por la miseria, por la mugre, por el abandono y la indiferencia.

Y si  esa gente es el futuro de un país y si ese futuro ya de cuna  es pobre, ¿entonces qué se puede esperar de cuando llegado el momento sean mayores de edad? Nada porque la miseria jamás fue la cuna de algo bueno, claro que hay cuentos de hadas y princesas, pero eso sólo son cuentos y nada más... claro que muchos van y toman un cargo y dicen que pueden hacer de cuentos realidades y empiezan con esos cuentos de la revolución, de la nueva patria, más justa, más productiva, más rica... y reparten regalos, así como si regalando aspirinas pudieran eliminar todo aquello que por siglos nadie tuvo la gana de cambiar, porque la miseria es la base para que exista la corrupción, el descontrol, la matufia, la mafia, la posibilidad inmensa para unos cuantos para poder llenarse los bolsillos como y cuando les de la gana sin que nadie los amoneste... y luego dejar un poquito de nada para la mayoría, que tiene ya demasiada nada. 

Nada de justicia, nada de seguridad, nada de igualdad, nada de libertad, nada de educación, nada de trabajo, nada de futuro, nada para poder seguir soñando en que las cosas han de cambiar o por lo menos  puedan cambiar. El cambio no significa mejora. El cambio no significa nada, porque las cosas siguen igual solamente que hay gente que grita y jura que hay un cambio, pero cuando uno se va con los intestinos rugiendo cada noche, pues eso del cambio no fue más que una mentira, una mentira más sobre las miles que cubren nuestra historia, donde los elejidos regalaron a Bolivia al que de la mayor coima... bueno eso fue en ese entonces, porque ahora la coca nos comió crudos, y de nada sirve que siguan explicando que la coca no es cocaína... la coca es un regalo más para los narcos.

Claro que de esos regalos nadie se percata, serán cosas del Papa Noel, de ese que colado a una Coca Cola, amigo del imperio, va y hace que la mafia sea cada día más poderosa, porque mientras más lavada esa mafia, ya nadie puede encontrar sus huellas, porque esas huellas se convirtieron en huellas legales, respaldadas por leyes, por gobiernos, bancos y empresas... y así vamos regalando, regalando y regalando, sabiendo muy bien que al final si nos regalan unas migajas, pues resultó el negocio, claro mejor unas migajas a una fosa común... ¿verdad no?

Dicen que estas fiestas tienen un mensaje, y ese mensaje nadie puede decirnos qué es, porque la solución es de que cada cual se ponga a pensar, a pensar solo y se dé cuenta quién fue crucificado y quién fue el que crucificó, quién fue el que nació y quié el que no pudo hacerlo y si definitivamente hay un mensaje, ese es de que el regalo hecho, no fue jamás un regalo material, porque lo material es pasajero, la vida es pasajera, la nuestra se sobre-entiende, pero durante nuestra estadía en este mundo en vez de preocuparnos por los regalos a dar o recibir en una determinada fecha, deberíamos ponernos a pensar en lo que regalamos a la vida el resto del año... si esos regalos tienen algo que ver con valores, valores que perduren por el tiempo y pueden ser la base para construir una mejor sociedad, lejos de la demagogia, del populismo, de la corrupción y de la miseria...

Hasta ahora nuestra indiferencia fue el regalo más grande para que la realidad sea tal cual es y ese regalo lo seguimos dando a las generaciones futuras que lastimosamente lo van regalando a las que vendrán...

Dicen que Dios nació ese día  y al parecer nadie sabe cuando es ese día y menos lo que en ese día nos regaló...

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