domingo, 16 de noviembre de 2014

Ocho meses y chau

Que algo pasó... pues pasó y así de rápido puede terminar una vida, sin haber entendido nada, ni por qué sus padres eran como eran, o el estado es como es y claro si alguien le hubiera contando ese cuento de la seguridad civil, seguramente que hubiera sido igual si le contaban el cuento de la caperucita roja con el lobo, el lobo oculto en cualquier lugar, una veces como doctor, otras como policía, otras como pariente, otras como gobierno y no falta aclarar que en este cuento no hay el colorín colorado con risas y aplausos.

Y es así que ahora todos salen y dicen que la cadena de mando se rompió por enécima vez en algún lugar y que no pueden entender cuándo pasó el abuso sexual, es decir pasámos a los términos técnicos, a lo abstracto y nos alejamos de la violación de un recién nacido, claro que como los tiempos han cambiado, ya a los ocho meses, los seres humanos de estos tiempos, tienen que saber defenderse. Saber defenderse para que no les rompan la musculatura del ano y después mueran por las hemorrajias y complicaciones que normalmente vienen.

Y así en un estado humano moderno,  viene la odisea de esa persona, ya que nadie puede hacer nada, ni los doctores, ni la policía, ni la política, ni la sociedad, porque falta la infraestructura, porque sólo hay un determinado número de aparatos para poder ejercitar la terapia intensiva y eso en una ciudad tan grande como La Paz, donde está el gobierno con sus lujosos autos presidenciales, aviones, palacios de gobierno, satélites y demás vainas.

Claro que la vida de un niño no tiene valor, la noticia es que fue violado y a nadie le importa todo lo que está detrás de esa noticia y todo aquello que falló, todo aquello que no funcionó, todo aquello que ahora busca las excusas, busca las oraciones técnicas para no asumir responsabilidades, porque ese niño fue sacado de una familia y fue a parar al control del estado y ese estado no cumplió su tarea.

Y si alguna vez encuentran al violador, bueno más de treinta años no le han de dar y ¿qué son treinta años comparando con lo que esa vida humana tuvo que soportar antes de morirse por falta de atención médica? Quizás mejor que se haya muerto, quién sabe lo que ese ñino después hubiera tenido que vivir, ya que en un acto así no solamente le rompieron el ano, sino el alma y las almas quebradas tienen en generalidad una vida de mierda.

Con el ano quebrado te fuiste al otro mundo en una sociedad que dice que está cambiando... Hay muchos que creen en este cuento, pero justo ahora apareciste tú para demostrar que en realidad vamos cayendo, en eso que se llama la caída libre.... y sin ninguna red de seguridad, porque la seguridad se fue quién sabe donde...


Ocho meses y chau, que Dios te bendiga y si hay el otro mundo y puedes perdonarnos pues hazlo y si no lo haces también está bien, porque en realidad una sociedad podrida no debe ser perdonada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario