viernes, 9 de septiembre de 2016

No, no soy ningún estafador

La estafa estuvo en ese dicho del " el NO es para que no me vaya y el sí es para que sí me quede", así nos ven como si fuéramos idiotas y ahora llaman a la mayoría estafadores, porque se supone que una estafa no ocurre solita... Y bueno más del 50% son estafadores y qué mierdas, ¿qué mierdas se quedó en los bolsillos de esos estafadores? Porque se eso se trata al estafar y si los otros estafan al estado, pues ni cuernos no pasó nada, es el empate técnico o son los técnicos que se llevaron la plata, y los fondos se quedaron sin fondos y lo único que no pueden decir es de que hayan sido los capitalistas, porque uno de ellos fue el que metió la uña a la gran torta que se reparten los salvadores de la patria.

Y yo NO soy estafador, porque como decía el "subpresidente" solamente la verdad vale, y por esa verdad pasó de matemático, a sociólogo y luego a comunistas, ok, que cada cual defina lo que significa estafa, estafador y luego si podemos encontrar un lenguaje común, pues a ver si no entendemos. Claro que después de ser estafados ya de nada sirve llamar a la policía, porque ellos padecen de ceguera crónica.

La estafa a la democracia, fue querer cambiar la constitución como en ese entonces Banzer trató de dejarle la herencia a Pereda, pero no resultó, porque hay estafas que no pueden resultar y menos a un pueblo que sabe muy biuen lo que es una dictadura, pero como ahora todo es posible pues para qué hablar  sobre cosas como ese puente colgante en Cocha, que de tanta estafa tuvo que ser demolido... pero claro si hubieran podido lo culpaban al puente, ya que después de todo no pasó nada, nadie cayó a ese cuento de las estafas.

Ok si una elección es Sí o No, pues la posibilidad es a mitis, y para la próxima que habiliten a más muertos y así ganarán sin tener que vendernos como idiotas, porque el NO es NO y nada tiene que ver si el Sì es para que el hermano se quede... porque si entre hermanos nos estamos estafando, pues nada mejor que cambiar de familia.

Ahora tampoco se trata de que nos cuenten... que el caso Zapata fue la estafa para dañar a la imagen del presidente, pues ¿qué diablos tenemos en la elección de sus amantes? Y bueno si hasta de eso culpan al imperio, ya no queda nada por discutir y si de paso nos quieren meter los dedos a la boca, bueno que cada uno decida si lo pueden hacer o no... y de eso se trata en la democracia, de que el pueblo tiene la posibilidad de decir, NO, basta, suficiente, váyanse.

Yo no soy estafador y tampoco lo seré en el futuro, si quieren quedarse en la mamadera toda una eternidad y sigan contando el cuento del tío, pues que lo hagan, pero que lo hagan como verdaderos líderes diciendo de frente lo que quieren y punto, pero para eso les falta el valor, por eso son solemnte nuestros héroes detrás del micrófono, porque cuando las balas silban y las dinamitas explotan ellos están bien ocultos...

Y así fue siempre la estafa en la historia, donde el pueblo muere en guerras, revoluciones, donde los caudillos modernos se ocultan  y no están al frente de los cañones para morir por sus ideales y esa estafa es tan vieja como la humanidad, pero lastimosamente aprendimos a creerles, asi como cuando un perro huele un hueso...

Y de esos huesos hay miles y así los reparten para que después ladremos un poco... o quizás un poco más... pero la estafa igual sigue siendo estafa, con perros, huesos, ladridos, Zapatas o no.

Si el pueblo quiere seguir siendo estafado, ok ni modo, sigamos pues entonces este drama donde la dignidad de un niño nunca visto tiene que ser defendida...
Joder, joder... que vuelo más bajo.

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