sábado, 9 de diciembre de 2017

El hombre y el poder

La política es como la religión, hay que creer, solamente creer, no hay pruebas, hay miles de cosas que nadie puede explicar, que son contradictorias, que normalmente son difíciles de creer, pero como más miedo le tenemos al infierno, pues no nos queda otra cosa que creerles y si nos dicen vayan a votar, vamos y lo hacemos y si nos dicen después que lo que votamos no vale ni un pedo, les seguimos creyendo, porque creer no cuesta nada, porque creerles es más cómodo y seguro y si las cosas andan mal esperamos que otros asuman la responsabilidad y como en la mayoría de los casos estamos solos, pues esperamos a que vuelva kalimán y no la araña negra.

El nombre del pueblo usado hasta como papel higiénico y todo es legal, normal, es real y todo sigue igual porque miren en otras partes no hay ni un país que sea diferente... esa es la explicación a la realidad boliviana, que podría ser diferente pero no lo es, porque en nombre del pueblo se gobierna a un pueblo simplemente a favor de bolsillos privados, así como siempre lo fue, desde que los españoles vinieron por estás tierras a enseñarnos a hablar castellaño y a saber que el diablo se llama diablo.

El hombre y el poder un mal negocio, porque de eso se trata de un negocio, donde la mayoría sale perdiendo, sale pagando la cuenta de una borrachera ajena en un putero ajeno, donde otros tuvieron el placer y la joda y la pusieron nomás enterita sin importar el no o los nos durante el camino y si eso se llama violación pues qué mierdas, ellos deciden cuando violan y cuando no y mientras nosotros sigams aplaudiendo pues qué jodemos, si nosotros mismos hacemos de ellos los héroes, los supermanes, los salvadores de la patria que sin saber gobernar nos gobiernan y nosotros sin saber lo que es ser pueblo seguimos siendo pueblo.

La vida es corta, por eso qué mierdas, que se queden en el poder, un presidente no vive más de 70 así que ya sabemos que al final del túnel empieza el otro y nosotros seguimos aplaudiendo como si fuéramos autómatas mal programados, porque hasta el peor autómata tendría que darse cuenta que como pueblo la estamos cagando con eso de ir a poner crucesitas sobre papelitos que después nadie cuenta.

El único gobierno que puede ser eterno es el gobierno del Pueblo para el Pueblo, pero qué lejos estamos de entender algo así de simple... por eso es mejor creer, seguir creyendo y esperar que pase el milagro.

El hombre eterno como presidente no existe, ese sí que es un mal invento.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario