sábado, 14 de junio de 2014

Sobre putas y la doble moral

Escribir de esta forma no se debe, lo sé porque la palabra puta es una mala palabra , pero la realidad es otra, porque las putas son el ejemplo más claro que demuestra el grado de miseria en la que se encuentran las sociedades actuales, donde la realidad se la oculta dentro de los conceptos dialécticos permitidos y así se puede meter bala a separatistas o no, como sucede actualmente, pero usar malas palabras no es permitido, así como si estas palabras pudieran destrozar los órganos de gente que nada tiene que ver con los conflictos bélicos, pero que entran dentro de la definición de daños colaterales.

Y como vivimos en ese marco dialéctico, podrido, pero permitido pues van los dictadores y criminales de este globo a darse las manos en cumbres que a nadie trae nada, donde lo ilegal se hace legal y por sobre todo donde los crímenes se olvidan y esta gente gana en poder, porque demuestran a los pueblos de esta tierra, que ellos son los que tienen el poder, que ellos son los que dictan las reglas y definen lo que es el bien o el mal.

Y las putas siguen ahí, desde los tiempos bíblicos, descritas como algo malo, algo que no debería existir dentro del plan divino, pero que traen mucha plata a unos cuantos, a esos cuantos que como siempre se lavan las manos y andan con las camisas blancas, sin dejar huellas ni testigos, mientras que las putas siguen ahí donde siempre estuvieron y seguramente nunca saldrán.

Las definiciones perduran, pero solamente aquellas que traen algún beneficio, porque aquellas reales pero no permitidas, son borradas así como si la realidad pudiera ser borrada, y como nosotros no hacemos nada, pues pasa al olvido y una realidad olvidada es lo peor que puede pasar en cualquier sociedad, porque olvidar el pasado significa crear una realidad que no existió. Y como sabemos en esas relidades inexistentes se pueden crear héroes de la patria que nada hacen por ella, se pueden crear una nueva moral y ética, donde todo ande de cabeza.

Y así vamos creando el futuro, vamos construyendo nuevos valores, que con la palabra valor no tienen nada que ver, vamos creando la fosa donde en el futuro tendremos que caer, lo queramos o no, porque la realidad diaria no ha de poder ser sostenida por pilares inexistentes creados sobre una realidad manoseada.

Las cumbres y sus putas, la doble moral y nosotros en medio, mirando el fútbol o listos para ir a bailar al gran poder...

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