Bueno seamos honestos... ¿qué se puede esperar de un futbolista? ¿Filosofía? NO, por eso una patada a la cara del ayudante del entrenador es la respuesta adecuada y si después sale a la cancha y mete un gol, pues que le den el Cóndor de los Andes, y luego cuando las papas quemen que lo manden de embajador a la ONU, ahí donde los maleantes juegan a ser hombres nobles. Y el español con los bigotes de foca seguramente que no se dió cuenta de nada y no escuchó que estamos en tiempos de cambio donde todo lo antiguo ha de ser descolonizado...
Y los dirijentes ciegos y han de ver que hacer, porque cosas así no se pueden tolerar y nadie sabe a que se refieren, si no se debe tolerar las patadas a la cara, el hacerse patear o el tener bigotes de foca y ser ciego... pero ciegos somos todos, porque así es cada día nuestra sociedad de violenta, mujeres son violadas, pegadas, matadas, en plazas públicas, en taxis y que se yo y a nadie se le para un pelo, pero ahora como se trata de un hombre, de un futbolista y un entrenador, por ahí pase algo que sirva de ejemplo para empezar a parar a la violencia que se ha vuelto tan cotidiana como las marraquetas y el jarro de café.
¿Patada a la cara y qué? Cómo nadie sabe de nada y los otros están de viaje y los otros con sus esposas no esposas y llaman y preguntan y qué pasa... ya se están pateando pero como nadie sabe de nada, claro por ahí el de la nariz rota es un infiltrado que solamente estaba haciendo política y recibió la respuesta, bien puesta en su cara, porque infiltrados no se tolera ni en la cancha, ni en los camarines, ni en las calles, campos y ciudades... Y vi´ndolo así pues tiene razón si al rodillero de huevos número uno no le sacaron la roja, pues a este joven no le tocan nada, porque vivimos en una sociedad de machos, en una sociedad machista, asquerosa, sin valores ni honores...
Y si hace pocos días gritaban unos cuantos locos fraude.... ahora todos pasamos a lo cotidiano a las patadas a la cara, a los goles, puntos, colores, a la amnesia colectiva, al olvido colectivo, a la ceguera colectiva... a la culpabilidad colectiva.
Ah claro eso no existe, porque yo no lo he pateado, yo no la he violado, yo no he participado en el fraude, yo no he sido parte de esta sociedad, porque vivo en mi mundo donte todo es rosado, no hay miseria, injusticia, violencia. Y es así como los hombres de bigotes de foca se convierten en héroes, los pateadores en embajadores de la humanidad y las víctimas en pelotudos que no valen nada, ni tienen honor ni dignidad...
Pues bien son cosas del fútbol ¿verdad?
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