Bueno para que la
gente deje de serlo no es necesario mucho y de pronto salen uniformados y
patean a pacíficos que marchan por sus derechos, pero como esa violencia ya
pasó a la historia entonces nos olvidamos de todo lo que significa violencia y
pasamos buenas fiestas y feriados, así como si el dolor humano valiera mierda.
Claro que para muchos violencia es cuando uno le saca la entretela al otro, o
cuando un policía a su mujer la hace coladera con un cuchillo, y ahí todos
salimos gritando que NO, STOP a la violencia.... Pero lastimosamente la
violencia tiene miles de formas, miles de caras, de caretas y mientras la
careta gubernamental siga con la del pepino... pues lastimosamente nada ha de
cambiar.
Si me dejan me subo a
todas pues.... o para que les den sus tierras, póngaselas nomás, claro que así
nunca lo dijo y malo el que interprete algo machista, sexista, pero si así habla
nuestro presidente, ¿qué es lo que esperan de la gente “normal”? El presidente
ya mostró varias veces su doble discurso, ese discurso que copla a copla abre
paso, sin querer queriendo, a que la violencia que siempre hubo, ahora sea MAS
que normal. Niños y niñas que desaparecen, mujeres violadas, pegadas,
abandonadas, donde sus maridos, gente con cargos públicos se niegan a pagar
nada, y una justicia ciega, sorda, muda simplemente encargándose de complacer a
su buen jefe o buenos jefes, que bien peinaditos y
bonitos nos cuentan el cuento del gran cambio.
¿El gran cambio a pura
patada y puñalada? ¿A dónde nos podrá llevar? ¿Quizás al paraíso?
A unos los lleva al
hospital, a otros a la tumba y nadie se percata de nada, la vida tiene que
seguir, mujeres siempre han de existir y hombres también y hasta que aprendan
que sacarse la mierda no es la solución han de pasar siglos y mientras pasan
tiene que haber gente que nos cuenta de los cambios sociales, estructurales,
económicos, científicos, pero la realidad sigue siendo la misma y las patadas
siguen doliendo como siempre dolieron y las violadas han de sufrir lo que
siempre sufrieron y esa realidad nadie la quiere tocar, esa realidad real, esa
que nos toca la puerta día a día, esa es intocable, porque a nadie le interesa
que algo cambie, porque si algún día la gente fuera gente,
no podrían existir los
gobiernos que tenemos, ni los políticos, ni sus sistemas educativos o
estructuras sociales.
Por eso la mejor
careta gana, el mejor mago gana, el mejor hablador gana, el mejor violador gana
y la mayoría como siempre como carne de cañon o como las conejillas de indias
en el laboratorio, para ver hasta que grado pueden seguir soportando lo que
soportan. Y este cuento ya viene desde hace siglos, viene hasta en los libros
de historia, que haciendo un resumen objetivo, no son más que la estadística de
golpes, guerras, revoluciones, y demas pendejadas.
La violencia diaria
tendría que ser un tema político, pero no solamente cuando una mujer es
apuñalada, sino un tema permanente, un tema por el cual entendamos las facetas
de la violencia, sus métodos, sus metas, sus intereses, su verdadera razón de
ser.
De niño la profesora
de castellano me jalaba las patillas, porque yo NO PODIA leer mejor y ella
seguramente creyó que con violencia, después de la jalada, yo sería el mejor
lector. Y así bombardearon a la U el 71, después a Luis Espinal le enseñaron la
otra cara del cristianismo, a los de la Harrington a dejar de ser comunachos, a
Quiroga Santa Cruz a dejar de ser... y ni que hablar de la violencia roja, la
violencia del otro extremo, pero violencia sigue siendo violencia, sin importar
su teología, su color político, su raza, su edad o explicación.
Si me dejan me subo
sobre todas pues.... sujeto y objeto, bien definidos en una oración tan pobre
pero verdadera. Qué asco...!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario