De lo que se salvaron
los cuatachos de la operación cóndor, porque si en ese entonces hubieran
existido las plaquetas con GPS pues no hubieran podido ocultar a tantos miles
de cadáveres, que luego fueron bautizados como los desaparecidos... Claro que
esa es una historia fea, lejana que nada tiene que ver con nosotros... por eso
ahora hay que ocultar esas plaquetas con GPS en la ropa o en la piel de
nuestros niños, para que nadie se los robe para vender sus órganos o venderlos
a la prostitución mundial... y claro como nuestra policia más está siendo
entrenada para salir a patear a la gente o matar a sus esposas, pues la
seguridad ciudadana vale un pedo... de eso sonoros y olorosos.
Y mientras nos da
náuseas, la gente se preocupa de bautizar aereopuertos con nombres raros, de
gente que no hizo nada por cambiar nuestras vidas, pero como esa gente es lame
culos, entonces hay que estar lo más cerca de esas personalidades políticas,
sean estas malas o paupérrimas, ya que la moral política dice que para no quedarse sin mamar hay que lamer tos tusus de
todos esos que hacen patear al pueblo.
GPS como la salvación
de nuestros niños, que ya no pueden salir a las calles... que no
pueden tener una niñez sin miedo, pero que mierdas los niños soldados, esclavos
del narcotráfico tampoco tienen una niñez normal y nadie se preocupa de
ponerles un GPS en la pistola o ametralladora, pues joda, de esos hay miles y
si uno es baleado pues pena, ya vendrá el otro, pero los niños bonitos, esos
hacen la noticia...
Como siempre en toda sociedad enferma, la noticia verdadera es esa que
ni la tomamos en cuenta, es esa que es incómoda verla, aceptarla, entender que
como ciudadanos hemos construido un burdel donde somos los invitados, que al
final hemos de pagar la cuenta, mientras los presidentes y vices, se van con
sus estrellas, con sus títulos, con su platita bien guardada, las panzas gordas
y la mierda bien dorada y por sobre todo son ellos los que se llevan a las
putas... que tampoco tienen GPS...
Al principio el fuego y el hombre de las cavernas quedó asombrado y hoy
millones de años después seguimos siendo los hombres de las cavernas, con
celulares, GPS, autos, pistolas, viagra, y todo lo que la civilización nos
trajo, fruto de nuestro intelecto, pero como sombra siempre esos desaparecidos,
esas apuñaladas, esas víctimas que nos muestran claramente que seguimos siendo
primitivos, ignorantes y pare de contar.
Si nuestras calles no son seguras, ¿cómo podremos asegurar la integridad
de nuestro país? ¿Con fusiles, aviones, tanques o cohetes? ¿Con conscriptos que
corren detrás de autos chutos, robados, contrabandeados? Mientras su presidente
juega fútbol o baila en el carnaval, o
hace decretos para legalizar lo ilegal... Que pena nuestra soicedad, el sistema que
hemos construido, el sistema que día a día vamos dándole cuerda... como si
fuéramos incapaces de crear algo diferente, quizás mejor...
Pero para eso nos faltan los huevos y el cerebro y por eso buscamos la
solución del GPS, como si el GPS puediera erradicar a la violencia, a la maldad
humana, a los criminales, a los corruptos, a los asesinos, a los violadores, a
los asaltantes, a los cogoteros...
Valor civil, valor civil... un poco de valor civil para cambiar el
rumbo, el rumbo de una sociedad que siempre anda coqueteando con el dolor, con
la pena. Hay gente que cree en el destino y si el destino existe, ¿de qué sirve
el GPS? De nada.
La seguridad social, es una tarea de todos, pero mientras andemos sin
ver, oir, sentir, ni pensary ni actuar, entonces seguiremos buscando a los
desaparecidos a esos olvidados en el diario vivir... qué vergüenza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario