sábado, 28 de enero de 2012

Una margarita, por favor...

¿Y ahora de quién es quién? Según el decreto supremo 28.701 todo está más que claro, el gas y petróleo es del pueblo boliviano, claro que también por la nueva definición plurinacional no sabemos todavía si el pueblo son los indígenas, los mestizos, los otros, solamente los del MAS, los paceños, tarijeños, potosinos, sucrences  y como las reservas del gas, según Repsol en su campo, están en la “frontera”  entre Sucre y Tarija y es llamado el proyecto  Margarita-Huacaya bueno ahora falta saber quién se lleva las ganancias... y quién es el dueño.  Según el decreto el pueblo boliviano...

Nuevamente quedó escrito que el  “82 por ciento para el Estado (18 por ciento de regalías y participaciones, 32 por ciento del Impuesto Directo para los Hidrocarburos, 32 por ciento de una participación adicional para Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) y el resto para la empresa que... que haga lo que nosotros no podemos... bueno si todo ya está definido ¿por qué tanto enredo? ¿Para qué los nuevos tratados? ¿Para qué los acuerdos con Sucre y Tarija? ¿Y los bloqueos de que sirvieron? ¿O será que los tarijeños querían voltear a Morales así como los del TIPNIS? Y raro también que a los tarijeños no les hayan metido tremenda pateadura...

Las cosas cambian, los enredos semánticos siguen como siempre, más aún que ahora andamos con abarcas, pochos y jurando ser originarios, pero en nuestras mentes seguimos siendo pobres, sectarios, sin visiones universales que ayuden a que la miseria tanto intelectual, política, moral, ética y por sobre todo económica acabe... pero ¿para qué acabar con algo que trae tanta ganancia particular, para todo aquel que sepa meter la uña y tenga la posibilidad de hacerlo? 12 años de cárcel para el ex jefe Ramírez por meter no solamente una uña sino toda la pata y después dejarse pescar, claro que si hubiese sido un poco inteligente podía haber dicho yo no fui y punto... Así como todos esos que hasta ahora siguen libres sin pagar por sus delitos...

Cuando uno compra una margarita, por ahí le están metiendo un tirillo de esos racos que después uno queda en el mejor de los casos ciego y no pierde la vida, y esta metáfora muestra exactamente lo que pasa en nuestra sociedad, donde todo lo ilegal se lo puede convertir en legal y de paso hacernos creer que todo está bien, que el gobierno solamente cumple la voluntad del pueblo, solamente que como dije al principio nadie sabe quién es el pueblo...

Dcien que tenemos tanto gas, que podríamos vender a la Argentina tanto, que recibiríamos un dineral, eso lo dicen desde hace 6 años y seguimos en la misma cantaleta, y lo más chistoso de todo es de que nosotros no tenemos gas para el mercado interno, no tenemos gasolina para el mercado interno, no tenemos energía eléctrica para el mercado interno y seguimos con el discurso político, con las peleas departamentales, con las peleas gubernamentales, con los bloqueos, tratados y demás mierdas que solamente demuestran el estado de descomposición del sistema.

Pero como los que gobiernan son ciegos y los que se dejan gobernar por este tipo de gobierno también, entonces seguimos estancados en un problema básico, el problema de la identidad nacional, el problema de si el gobierno centralista es la mejor alternativa o el federalismo lo sería, pero nadie se puso a discutir si la monarquía o la dictadura actuales son una solución al problema...

Qué lejos estamos de la democracia, como también de la justicia, de la hermandad, del ser bolivianos de corazón. El gas está en territorio boliviano y su ganancia debería servir para que la miseria regional pueda ser combatida, para crear una nueva infraestructura, para crear nuevas industrias... pero como lo demostró Ramírez y Morales, estas cosas solamente sirven para que unos cuantos bolsillos se llenen de plata, de la plata de cosas que no funcionan, de cosas que no han sido explotadas... de negociados por debajo de la mesa... donde depués los únicos vendidos somos nosotros.

Los nuevos tratados son solamente una obra donde se burla a la lógica, a la moral, a la ética y la dignidad de las personas vuelve a ser pisoteada, porque acá solamente se trata de seguir una política inhumana sin importar las pérdidas... ni quién sea el que al final pague los platos rotos.

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