Hace 34 años que las relaciones con Chile fueron puestas al hielo, cuando Banzer después de los besitos de Charaña no logró nada y para demostrar que era un macho, mandó a nuestras tropas para asustar a Pinochet... los cuatachos del Plan Cóndor mostrándose los dientes... Buen teatro, con un público pendejo que se las traga todas y así pasados los años, después de tantos chuflays volvemos a pensar si a un país industrial lo podemos arrinconar diciendo que si son malos no les hemos de vender nuestro gas, si no nos dan un poquito de lo que alguna vez fue nuestro...
Mientras tanto en los días que no festejamos nada vamos a Viena o al lugar que sea y vendemos demencia, explicando al mundo entero de que somos una sociedad que no puede ser tomada en serio y lo más importante del caso ¿podremos nosotros mismos tomarnos en serio? Ahora resulta que las costumbres van más allá que las ciencias, ese es el mensaje político para poder dividir al pueblo, porque el mensaje es claro o estas con tus costumbres y te identificas con ellas o no eres de nosotros y así van meticulosmente, paso a paso, cumpliendo ese plan de descolonizar estas tierras, las mentes, las costumbres, la libertad de expresión, la libertad de pensamiento.
Razas puras no existen, pero en los sofismas políticos todo es posible y en los pueblos hambrientos, toda idea puede traer su fruto, porque la miseria siempre fue tierra fértil y eso lo demuestra la historia humana con todos esos hechos inhumanos que aprendemos en los colegios y deberían ser parte de nuestros conocimientos. ¿Será el Mar una solución a problemas netamente internos? ¿Podremos con una salida al mar entendernos como hermanos? ¿Podremos con una salida al mar entender el mal boliviano?
Estos temas en realidad no tienen ningún valor pragmático, simplemente sirven para manipular nuestras mentes, porque de pronto todos son patriotas y si antes estabamos a punto de reventarnos los ojos porque unos acullican y otros no, ahora el enemigo es externo, es abstracto... el mar no los robaron los malos chilenos y ahora con el discurso político tenemos que dejar todo de lado y ver como distraer al pueblo y como el pueblo ama que lo distraigan, pues seguimos en ese ritmo de 12 meses con las mismas huevadas, mientras el tiempo pasa y no llegamos a resolver ninguno de los problemas básicos que ya nos van ahorcando.
¿Podremos defender una salida al Mar? ¿Podremos defender nuestras fronteras? Cómo? ¿Mandando a los militares para garantizar la seguridad interna? ¿Y donde quedaron esos militares cuando a los del TIPNIS les sacaban la mierda? Por eso el tema del Mar va más allá de lo que nuestros gobernantes piensan o pueden hacerlo. El tema de la seguridad también, el tema de la coca y cocaína también, el tema del Litio también, el tema del gas también... el tema de nuestros recursos naturales también y ni que hablar del tema de nuestra ecología, de nuestra naturaleza.
Marchemos al mar, aprendamos cómo es la política internacional hecha por políticos que saben de su oficio y veremos que esa política no es leída en coca o en café, que esa política es dura, que esa política se mueve en el marco de leyes que luego nadie puede decir que no las conocía, porque en sus costumbres existen otras.
Nuestras costumbres pueden ser bellas, hay otras que tienen que ser cambiadas, pero no por tener costumbre bellas podemos caer a la ingenuidad de creer que el mundo las ha de aceptar...
El mar es una meta real, pero solamente tendremos un resultado positivo si lo solucionamos en una forma profesional, pragmática, dejando de lado todo aquello nebuloso que ahora tratamos de que sea parte de nuestra realidad.
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