martes, 13 de marzo de 2012

Masticando caquita…

No sé dónde leí que estamos regresando  a la barbarie… como si alguna vez nos hubiéramos alejado de ella y también leí que “Nada hay más parecido al infinito que el universo” lo que significa que el universo no es infinito… es decir que algún rato llegamos al final y “ya no podemos estirar el brazo”… y también leí que la coca es patrimonio nacional… es decir que ese arbusto es intocable mientras a la gente se la puede pisotear… Realmente el ser bárbaro debe ser algo raco, ¿será por eso que andamos mascando caquita y la repartimos por todo lado en forma de palabras, pensamientos, ideas, valores, historias… y eso ni nos asombra?  Claro que cuando dicen que el 12. de Marzo es del día del acullico la gente que no acullica salta de un árbol a otro, sin ver ni darse cuenta, que en realidad todos vamos acullicando, cada cual su porquería o algo sagrado…

Ahora que sabemos que el universo no es infinito y que la coca aparte de ser la hoja sagrada es el patrimonio de la humanidad, entonces podríamos hacer el plan para que toda la humanidad tenga su plantita de coca y pueda tomar su matecito de coca después del almuerzo y si no tiene nada para almorzar entonces no hay problema, porque el matecito también quita hambre, quita sueño, quita miedo y así todo el mundo contento y nadie morirá de hambre…  

Claro que el mascar caquita tiene sus puntos flacos, como el de no poder hacer globos grandes o colar el “chicle de caquita” debajo de la mesa, antes de comerse unas buenas salteñitas, pero lo importante es ir ya casi rumiando las mismas porquerías, cada día, y así semanas de semanas, meses, años y algunos siglos, pero por suerte llegaron Morales y Linera para explicar al mundo que lo que nos hacen desde ese entonces es una barbaridad, es algo inaceptable, es algo que la humanidad debería corregir, porque la culpa de todo la tienen ellos los capitalistas, marxistas, chauvinistas, chavistas, chevaristas y demás pendejos de estos tiempos y el que vayamos mascando caquita, es parte de nuestra cultura y además el mascar caquita no hace daño a nadie, ni siquiera  al mascador…

En Viena volvimos a demostrar la otra cara de la moneda, en Viena pudimos ver dejando de lado cualquier prejuicio,  que la ignorancia no puede parir más que ignorancia y no que los demás sean más o menos ignorantes, porque la ignorancia es un virus mundial, pero una cosa es vender la ignorancia bien adornadita y otra el presentarla directamente para que todos se den cuenta , a lo que se puede llegar…

Esta gente se pasa, como en ese entonces se pasaron Hitler, Goebbels, Mussolini y todo ese tipo de gente que vendió ignorancia adornada de oro y el precio que pagaron e hicieron pagar a la humanidad fue inmenso, pero ni eso nos sirve de lección, porque al parecer para que entendamos que el fuego quema nos tenemos que quemar , hasta el tuétano si es posible… y salimos por la tangente para decir que la coca no es el problema… Pero ay hijos… obviamente que la coca no es problema, porque hasta ahora nunca vi a una planta de coca decir, “cuando sea grande quiero ser blanca y brillante y pasar de espejo en espejo y nariz a nariz”

Que Morales tiene un conflicto de intereses lo sabemos, pero él nunca entendió lo que eso significa, por eso sigue de presidente de los cocaleros, del país Bolivia, de los autos chutos, de las marchas chutas y así de un sin mil de pendejadas que ya no pueden ser. Pero como el masticar caquita es nuestra costumbre
seguimos por el mismo camino, sembrando nueva ignorancia, creando nuevas visiones mundiales que van más allá de cualquier verdad mundana.

Si hay alguien que cree en lo que nuestros gobernantes dicen, pues ellos son la prueba de que ese método sirve, mientras que yo no creo que el mascar caquita sea parte de mi cultura o de mi intelecto, y esa lección la aprendí cuando me enseñaron la función del bacín y del papel higiénico. Un hombre sano necesita de una determinada higiene mental… y esa higiene debería ser patrimonio nacional.

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