Los ticos hicieron TIC TIC y los bolis no pudieron hacer gol gol y como esa es la meta en el fútbol entonces perdieron. Normal. Pero por lo menos sacamos dos tarjetas rojas y eso es lo positivo porque ahora tenemos a dos héroes más, que según escuché, han de tener sus estatuas delante del estadio Siles , en vez de esos monolitos, que de fútbol no entienden nada. Y ya está claro también, que el árbitro ganó el partido, porque él es fija lija un derechista, como prueba que quede la mano con la que sacó los cartones colorados. Y otra cosa que no hay que olvidar es de que la nueva definición de hombro, en el estado plurinacional, dice que va desde la clavícula hasta la muñeca, la muñeca con la que uno recibe una pega, sin saber nada pero bien pagada. ¿O estoy confundiendo algo? Bueno...
Y el segundo al cerrucharlo al tico, dicen que pensó que como el gran jefe después de un reverendo rodillazo seguía en el campo deportivo y el con las bolas rotas vio la roja, entonces a él no le pasaría gran cosa, en especial si el jefe estaba en las tribunas con su comite de varias personas, invitadas, privilegiadas, pagadas por la billetera pública. Pero en fin, por eso digo yo, que el gran jefe tiene la culpa de que hayamos perdido, porque si él no hubiera dado el (mal) ejemplo, entonces el cerruchero seguiría jugando hasta ahora, una vez terminado el partido. Y como no soy caído del catré, pensé que para el próximo torneo el gran jefe sea nuestro nr. 10 y si juega él, después del primer tiempo ganamos pero fácil y ya todos sabemos el por qué ¿verdad?
Es legítimo que toda sociedad tenga sus trasnochados, esa gente que, por ejemplo, cree que nuestra selección puede ganar alguna medalla y no me refiero al Cóndor de los Andes, ya que esa se ha vuelto casi ya un adorno comercial, o esa gente que cree que este gobierno ha de crear una mejor sociedad, ¿pero no era que el deporte es el reflejo de su sociedad? Había algo así de mente sana en cuerpo sano... pero si la mente la tenemos llena de sofismas políticos, llena de confrontación, de violencia, de codicia de poder, de venganza, llena de ignorancia ¿podremos ser diferentes en otros campos de la vida cotidiana?
Cuando veo que los equipos profesionales de fútbol, no pagan meses de meses sueldos, o cada fin de temporada cambian a casi todo el equipo, me doy cuenta que el caos se hizo poder no solamente “del poder” , sino de muchas partes de la sociedad, entonces, por más hincha que sea, no puedo pasarme de inocente y esperar alguna hazaña que teóricamente es posible, pero prácticamente no es factible. Los goles metidos o los que nos metieron, crean después de noventa minutos una realidad, un hecho, un facto, eso con respecto al fútbol pero y ¿qué decir de los negociados, de las coimas, de los linchados, de todas las cosas nacionalizadas pero sólo en el papel, entre miles de tantos ejemplos, que después de noventa minutos siguen ahí, después de noventa horas siguen ahí, después de noventa días siguen ahí? ¿Qué realidad han creado?
Al parecer una invisible, donde todos vivimos. ¿Pero no es esto una contradicción? ¿Vivir en algo invisible? Es una contradicción y es más, es un hecho que está ahí debido a nuestra forma de actuar como miembros de una sociedad. De una sociedad decadente, de una sociedad auto destructiva, por diferentes razones, que los hombres de doble lengua usan según la época, según la marea, a pesar de que no tenemos mar...
Después del empate con la Argentina muchos creyeron, soñaron y después de noventa minutos empezamos a lamernos las llagas, porque las derrotas siempre duelen y dejan huella. Después de que Morales ganó las elecciones, muchos creyeron, soñaron, así que esperemos para cuando se acabe este otro partido...
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