¿Aritmética o democracia? ¿Pero qué valor tiene el voto nulo? ¿Será la democracia simplemente un jueguito con casillitas, puntabola y crucecitas? ¿Y cuál es el estado de una democracía donde se llegó a los truquitos para decir lo que no se debe decir? ¿Será una democracia moribunda o una democracia herida o una democracia decadente o una democracia corrupta o una democracia putrefacta? ¿Cómo puede un pueblo darse cuenta en que tipo de democracia vive? ¿Será democrático ese sistema político, donde el pueblo sólo hace de espectador y a veces de marioneta?
Si de diez personas que pueden votar, van solamente cinco a las elecciones y si de esas cinco, dos votan nulo y los demás por lo que ”todos los patriotas” deberían votar, seguro que ganó la propuesta apoyada por las tres personas, ¿pero podemos estar orgullosos de ese juego asqueroso, porque así no nos agarramos de los pelos y ya no vivimos en dictaduras? Al parecer, no hemos entendido la idea principal de la democracia y por sobre todo no nos hemos dado cuenta que lo que llamamos democracia no es nada más que un juego manipulado donde los resultados ya están bien calculados, de tal forma que después “de las elecciones” todo encaje en un determinado marco legal.
La democracia gana o pierde no después de que los votos sean contados, sino que la democracia pierde en el momento en que la mayoría, o muchos no asumen su rol político diario, sin importar si uno pertence a un determinado partido político o no. Esa ignorancia es la base, sumada al miedo a las represiones y muchas cositas bonitas más, para que vivamos todo lo que vivimos dese hace 5519 años y la historia que diariamente vamos escribiendo siga tan inhumana como siempre. ¿Pero a quién diablos le interesan los valores humanos, si acá solamente estamos hablando de socialistas, derechistas, patriotas, sicarios, gobernantes, gobernados, ministros, diputados, senadores, jueces y condenados? Y si vemos bien en todo este enredo nos hemos dejado “ajuera” del sistema, porque realmente hemos descolonizado el sistema y ahora solamente son parte del sistema todos aquellos que dejaron de pensar, de sentir, de tener un poco de sentido común y simplemente reaccionan como los perros de Pavlov, que al escuchar la campanita, no solamente ocultan la cola entre las patas, sino que van orgullosos para hacer crucecitas por acá, o por allá, o más allá de tal forma que se esté a favor o en contra o el voto no cuente...
Los votos, si nos ponemos a pensar bien, cuentan nuestra ignorancia, son la prueba más contundente pero que jamás la vemos, ni analizamos porque ¿quién tiene la grandeza de analizar los propios errores, las propias pendejadas y después enmendarlas? ¡Nadie! El criminal es siempre el otro, ese que se hizo pescar...
Dicen que por región debe haber una representanción indígena originaria campesina... y como en La Paz el representante dijo que era mestizo ... ¿Quién habla ahora de democracia? ¿Tendremos que llegar al análisis genético, para saber quién miente y quién no? ¿Pero habrá un gene que diga.. sí yo soy originario? ¡Compatriotas dejen de joder de una buena vez! Estamos en el siglo XXI pero seguimos comportándonos como si aún no hubiéramos “descubierto” el fuego. Nosotros somos los arquitectos de nuestra sociedad. Hasta ahora hemos construido un sistema que nada tiene que ver con un sistema humano, pero eso no significa que sigamos dale que dale con los remiendos y reparches sabiendo que las bases de esta construcción no sirven de nada.
Si queremos cambiar el sistema aprendamos a asumir nuestras responsabilidades como bolivianos, aprendamos a definir las cosas como son y no manosearlas hasta que queden como las necesitamos, entendamos que el cambió no se trata de meter o sacar a partidos políticos del gobierno. El cambio es un proceso en nuestros modelos mentales que definitivamente no son aceptables. Una sociedad racista, clasista, injusta, corrupta, no ha de cambiar por obra y gracia de San Mamón... porque a ese santo le gustan las cosas así como están y ¿a nosotros...?
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