miércoles, 18 de mayo de 2011

Cabeza chica, boca grande


Ahora sabemos que tenemos un ministro de desinformación y que el de información nunca existió. Pero al aclarar esto nos muestran nuevamente que eso de la ley mordaza etc. no era más que un juego para pendejos, porque oficialmente nos cuentan lo que les conviene y cuando pasan cosas que no les conviene salen con otros cuentos que también les conviene, mientras en las calles siguen los paros, los tiros, las dinamitas o su cachorros y del gobierno ni la sombra. ¿Será posible tener un buen gobierno salido de la corrupción, desorden, anarquía, miseria, ignorancia, mientras que el pueblo no ha cambiado en nada? No, de la nada no puede venir algo, al igual que algo no se puede convertir en nada, eso ya nos dijeron los griegos hace más de dos mil años y nosotros seguimos en lo mismo, sin avanzar ni un milímetro “pa´ningún lao”

Que este gobierno no se diferencia de los anteriores lo sabemos, porque todos los gobiernos fracazaron, fueron un fraude, fueron un teatro asqueroso sin sentido. Si en la política reinara la ley que reina en el fútbol, donde cada temporada, se cambia desde el aguatero hasta el cuida pasto y ni que hablar de los jugadores ni técnicos, entonces tendríamos que tener miles de gobiernos, ¿pero que tal si el error está en el espectador  y este tendría que ser cambiado? ¿Seguiriríamos viviendo las mierdas que vivimos?

En el fútbol se enfrentan once contra once y el mejor  gana, o el que más pagó, o aquel que se dejó pagar, claro que la final vivimos con la ilusión que esos once jugaron, dieron todo por los colores de su camiseta, y ahora volviendo a la realidad, ¿qué hacemos nosotros por nuestros tres colores rojo, amarillo y verde? Nada, porque primero somos aymaras, quechuas, mistis, cambas, cochalas, etc. Luego del MAS, de la COB, del Tigre, del Bolivar  y al final quizás el 6 de Agosto nos acordamos que somos bolivianos lo queramos o no. El Sr. Morales y su cuate Linera no son la solución, en ellos proyectaron miles de bolivianos a los salvadores, ¿pero cuando uno  se cae en el mar podrá ser salvado por uno que no sabe nadar y no tiene ni un bote ni sabe para qué sirven los remos?
Segurmanente que no. ¿Entoces qué es lo que esperamos?  ¿La llegada de Cristo? Pero creo que la jodimos, porque Cristo no fue aymara y no sabe lo que es la whipala...

Así es como cada día vamos dando un paso y después otro, con la cabeza chica y la boca muy grande, y de ella saliendo miles de cuentos, miles de mentiras, miles de pendejadas, y lo raro es que millones de orejas las escuchan y millones de crebros las creen. La vida es la mejor escuela, es la escuela que no necesita ser pagada, que realmente no necesita ni libros ni maestros, ¿pero de qué nos sirve, si vamos con los ojos cerrados, los ojos tapados, las orejas sordas, el cerebro parado y el corazon petrificado o muerto?

Cada ciclo tien un final y mientras el género humano exista, entonces seguiremos con ese cuento de la esperanza, pero no olvidemos que este podría ser nuestro último ciclo y exactamente por eso deberíamos hacer todo lo posible para cambiar nuestras vidas, pero estemos  seguros que eso no lo lograremos si salimos a las calles armados, con el odio en las venas y la vista cegada por la violencia.

Los responsables que informen y si no pueden hacerlo usando el lenguaje humano, entonces que lo hagan con señales de humo o tocando el bombo... y que no se preocupen porque aquel que no vive con la boca abierta y cada vez más grande, ya sabrá entender el mensaje, que de eso estén seguros.

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