miércoles, 18 de mayo de 2011

El mar


Que quede claro, sin mar no tenemos maremotos, ni sunamis, ni olas de 30 metros que destruyen todo. Claro que tampoco tenemos playas, ni palmeras... como en toda playa hay palmeras, ni podemos quemarnos al sol, o tomar una chela helada después de nadar sin habernos metido al agua, porque resulta que está  fría y en el Altiplano no nos enseñaron a nadar. Pero el mar es un tema que ayuda a distraer, porque así se crea una cierta tensión con Chile, y después salimos que un español nos ha de ayudar a recuperar nuestra costa, claro que antes tendrá que convertirse en amauta, porque “sinos”, si lo agarran esos que quieren descolonizar esta tierra, entonces lo hacen polvo, porque sus leyes “ezpañolaz” no valen por acá nadita, y acá sólo hay las leyes de las comunidades y cada comunidad tiene su propia ley, y como esas leyes no se las enseña en las universidades, entonces después nadie sabe si  la condena fue justa o injusta. Y de la ley constitucional no digo nada porque anda prófuga, se fue con ese niño de 10 años  oculta en un camión, ya que se le hincharon las bolas al ver nuestra realidad.
Pero en fin  esas son notas al margen, porque lo que realmente necesitamos es ayuda, para que los chilenos nos hablen, porque sin diálogo no hay vuelta al mar, ya que nuestro ejercito es tan corrupto que seguro que si atacáramos, después nos  baleamos entre nosotros nomás. Por eso, no sé cuándo, dicen que han de erradicar la corrupción, de la misma forma como se casaron esos cientos en el coliseo, es decir un amauta o varios han de traer unas baritas con minis, no perdón unas varitas mágicas  con agua bendita del Titi Caca, y mucho humo y después de decir UGA AGA UGA, todos los corruptos se han de convertir en conejitos blancos, no no perdón nuevamente, en ovejas mansas, porque los conejitos y conejitas sólo quieren conejear ¿no ve?
Y después han de traer a todos los aduaneros ladrones, a los policias coqueros, a los políticos con los bolsillos abiertos e inmensamente profundos, a los empresarios “vivos”, a los sindicalistas mete calda, a los contrabandistas de gasolina con sus bolsitas “nailona”, a los cuatachos narcos  y a todos esos bolivianos pícaros y con la misma varita y el mismo humo los han de convertir en angelitos rubios, para que ya no sigamos siendo racistas. Claro que ahora nos tenemos que preguntar ¿y quién se ha de encargar en convertirlos a ellos, a los que nos quieren convertir, porque si ellos se quedan así como actualmente son, entonces seguramente que mucho más fácil nos han de mamar no?
Pero eso tampoco  es tan importante, porque ahora queremos MAR y no MAS huevadas, y nuestro dúo dinámico,  el Guasón y el Acertijo, dicen que se han convertido en personalidades serias y han dejado las bromas para los bromeadores y los rodillazos, para los futbolistas y a todos se les puede meter juicio si es necesario... claro menos a ellos, porque son la luz y la verdad.
Si no fuera que sólo podemos andar en este planeta, ya me hubiera ido a cualquier otro, porque lo que nos obligan a vivir cada día es la violación de la dignidad humana y su intelecto.  ¿Pero para qué sirven las palabras si no entendemos su sentido? ¿Para qué buscar el diálogo si ya de facto sólo entienden su abecedario, su lenguaje materno,  que nadie habla ni entiende, con una grámatica inhumana ?
En nuestro sistema nuestra oposición  se convirtió en humo, se fue a nadar sin brújula s y sin mar... y quién sabe dónde vaya a parar. Pero eso es en el campo político ¿y acaso no es nuestro deber como bolivianos dar la cara, abrir nuevos puentes que realmente nos lleven a un campo donde podamos construir una sociedad donde nuestros nietos vivan dignamente? El mar es un montón de agua, que no quita la sed, nuestra ignorancia es la mina que nos hace morir  una y otra vez, cada día, y  con amautas o no, esa muerte no es la de los mártires, porque ese es otro cuento  diabólico o ¿no?

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